Compañero masón

El Grado de Compañero Masón

El grado de Compañero representa la segunda etapa en la vida masónica. Una vez que el Aprendiz ha trabajado en sí mismo, cultivando el silencio, la observación y la disciplina, está preparado para dar un paso más en el sendero del conocimiento.

El Compañero simboliza al hombre que ya no solo se dedica a pulir su piedra bruta, sino que comienza a profundizar en el estudio, en la ciencia y en las artes. Si el Aprendiz aprende a escuchar y a observar, el Compañero aprende a razonar, a comprender y a compartir su saber con los demás.

Este grado está relacionado con la búsqueda de la sabiduría y con la aplicación del conocimiento en la vida diaria. El Compañero entiende que el perfeccionamiento no es solo un trabajo interior, sino también un deber con la sociedad, donde debe actuar como un ejemplo de rectitud, fraternidad y justicia.

El Compañero en la Vida y en la Sociedad

  • El Compañero Masón se convierte en un puente entre el aprendizaje inicial y la madurez futura. Es un grado que impulsa a:

    • Profundizar en el conocimiento: estudiar las ciencias, la filosofía y las humanidades para entender mejor el mundo.

    • Fortalecer la fraternidad: apoyar a sus hermanos, compartiendo lo aprendido con humildad.

    • Desarrollar el pensamiento crítico: aprender a analizar con claridad, justicia y discernimiento.

    • Construir en sociedad: poner sus talentos al servicio del bien común, trabajando en proyectos culturales, educativos y sociales.

En este grado, el masón ya no se centra únicamente en sí mismo, sino que comienza a ver la dimensión universal de su tarea: la construcción de un mundo más justo, tolerante y humano.

El Compañero Masón es, en esencia, un viajero del conocimiento y de la fraternidad, un hombre que avanza con paso firme hacia la madurez espiritual y moral. Representa al constructor que, al unir su fuerza con la de sus hermanos, contribuye a levantar el gran edificio simbólico de la humanidad.